La pizza debe tener cinco porciones de salami, una en el centro y cuatro a la misma distancia. Para que el cliente no se sienta desilusionado al meter la pizza congelada al horno, el número y la colocación de las porciones deben controlarse durante la producción. Los fabricantes suelen utilizar soluciones basadas en imágenes con cámaras industriales con el fin de descartar automáticamente los productos defectuosos. Pero no solo allí, las cámaras también ofrecen imágenes de alta resolución en la industria farmacéutica para, por ejemplo, evaluar si 20 pastillas están realmente envasadas en un blíster. No todas las cámaras son adecuadas para este tipo de tareas de inspección, ya que, tras el turno, los equipos de limpieza se trasladan a las zonas de producción de las industrias farmacéutica, alimentaria y de bebidas y eliminan la posible suciedad y bacterias con medios de limpieza agresivos, vapor y chorros de alta presión. Las cámaras industriales deben estar especialmente protegidas para poder soportar dicha limpieza durante años. Aquí es donde el trigo se separa de la paja: algunos proveedores solo venden la cámara y se limitan al mínimo cuando se trata de carcasas o remiten a carcasas de terceros, que suelen ser inflexibles y caras. Baumer es diferente, porque el especialista en sensores está ampliando más su gama de productos para sus cámaras CX.I con el objetivo de producir alimentos seguros y ofrecer la gama más amplia de accesorios para cámaras del mercado. De esta manera, las cámaras se pueden proteger individualmente en entornos exigentes con precisión y todo desde un único proveedor.

Protección de cámara y objetivo
Las cámaras CX.I, que ofrecen sensores de 1,3 a 12 megapíxeles y elevadas frecuencias de fotogramas, suelen presentar una superficie anodizada que resiste hasta los medios de limpieza químicamente agresivos. Si se utilizan, también debe protegerse el objetivo. Baumer ha desarrollado un protector de objetivo patentado y anodizado, que se puede utilizar en la mayoría de objetivos con dos diámetros de rosca M47 o M62. El protector del objetivo se fija a la cámara mediante una placa adaptadora o con anillos de extensión para objetivos más largos. Se monta con dos tornillos: la cámara está lista para usarse en la zona sin productos en cuestión de minutos. La protección del objetivo está disponible tanto con vidrio acrílico como con vidrio de seguridad laminado compuesto por vidrio de aluminosilicato endurecido químicamente con gran resistencia a los arañazos, los impactos y las roturas, con el objetivo de soportar la limpieza mecánica diaria.

Sistema de módulos para IP 65/67 e IP 69K
Baumer avanza un poco más con las carcasas de protección modulares IP 65/67 e IP 69K. Dichas carcasas combinan el protector del objetivo con una carcasa compacta a medida para todas las cámaras CX.I.

La carcasa redonda IP 65/67 se ha desarrollado teniendo en cuenta las directrices EHEDG. La suciedad y los patógenos no pueden adherirse a la superficie lisa y el líquido de limpieza puede fluir sin obstáculos. Gracias a la superficie anodizada, puede soportar ciclos de limpieza con productos químicos muy agresivos, por ejemplo, cuando se utilizan proporciones de peróxido de hidrógeno en la industria farmacéutica para combatir bacterias. Una junta asegura el tipo de protección en el caso de la conexión roscada M12 y las salidas de potencia para la iluminación.

Para aplicaciones en la zona de salpicaduras y contacto con el producto, Baumer también ofrece una carcasa compatible con EHEDG de acero inoxidable en un diseño lavable. La carcasa es estanca al polvo y al agua en caso de limpieza a alta presión y con chorro de vapor y cumple el tipo de protección IP 69K. En combinación con una rugosidad superficial inferior a 0,8 µm, una superficie electropulida y juntas resistentes aptas para alimentos, resulta especialmente adecuada para aplicaciones en la industria alimentaria, donde también se utilizan aceites y grasas.

La carcasa protectora modular protege a las cámaras CX.I del exterior. Pero la protección interna también goza de importancia. Por ello, las cámaras pueden soportar vibraciones de hasta 10 g e impactos de hasta 100 g. En la versión estándar, las cámaras CX.I cubren un rango de temperatura de 0 a 65 °C, por lo que son ideales para el procesamiento de alimentos refrigerados, pero también para instalarse cerca de un horno. Los modelos con un rango de temperatura ampliado de -40 °C a 70 °C son perfectos para el procesamiento de alimentos congelados.

Todo de un solo proveedor
Las cámaras CX.I ofrecen una gran ventaja para los fabricantes de máquinas o integradores de sistemas que implementan aplicaciones para la industria alimentaria o farmacéutica: solo necesita un tipo de cámara, que puede instalarse rápidamente para cualquier aplicación mediante los accesorios. Además, ofrece una excelente relación calidad-precio en comparación con las cámaras especiales que solo están optimizadas para un único objetivo. La flexibilidad de las cámaras CX.I y sus accesorios también simplifica su integración en los procesos existentes. Si no hay espacio disponible para la cámara directamente en la línea de producción, se instala un poco más lejos. Dicha distancia se compensa con un objetivo con una distancia focal diferente, para el que también existe el protector de objetivo adecuado. De este modo, Baumer cumple las frecuentes exigencias de sus clientes que desean un sistema general sencillo de un solo proveedor.